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viernes, 10 de septiembre de 2010

"Cuando me robaron esperaba un llamado de Babington y no recibí ni un mensaje."

Alan Sánchez es una de las incorporaciones de Boca Unidos para afrontar esta nueva temporada en el Nacional "B". Dirigido por su padre, Juan Amador, el ex volante de Huracán habla de su presente en el conjunto correntino, de su nuevo D.T., de su pasado reciente en el Globo y su relación con Babington.


¿Cómo vivís tu presente en Boca Unidos?
Muy bien. La verdad que me encontré con una ciudad muy linda, y un plantel muy bueno, que tiene mucha variante y estoy seguro que si el equipo mantiene la misma forma de jugar y las mismas ganas creo que se va a pelear arriba

¿Lo ves como un desafío o como revancha personal?
Lo tomo como un trampolín. El último semestre en Huracán no tuve muchas chances, entonces perdí continuidad y ritmo y eso es lo que busco. Volver a recuperar mi nivel y así poder volver a Primera.

Siendo hincha de Huracán, lo dijiste públicamente muchas veces, ¿cómo tomaste tu salida del conjunto de Parque Patricios?
Muy triste porque, al margen de meter un gol el último partido, me quedé con la espina de demostrar que el campeonato que nos fue mal ya había pasado y había retomado el nivel que tenía antes. Pero bueno, por algo pasan las cosas, yo jugué lesionado y en los momentos malos puse siempre la cara, y eso me pasó factura porque físicamente no estaba bien, pero lo volvería a hacer porque nunca me borraría y menos por la camiseta de Huracán.

En la era Babington muchos jugadores se fueron por diferencias con el Presidente “quemero”, ¿tu caso es similar o fue decisión del cuerpo técnico?
Si, quizás se terminó no en tan buenos términos, pero mi caso fue más por el técnico porque, evidentemente, no me tenia en sus planes, y tampoco me hubiese quedado porque quería buscar continuidad y la inquietud que tuve yo con Babington fue más personal, porque cuando me robaron (entraron a su casa, robaron objetos personales y dinero, y maltrataron a su familia) esperaba un llamado de los dirigentes para ver cómo estaba, nada más, y no recibí ni un mensaje y eso me dolió mucho porque para mí antes que el fútbol está la persona.

Volviendo a tu actualidad, ¿cómo lo ves al conjunto correntino? ¿Se puede pensar en el Ascenso?
Yo creo que hay que ir despacio, no hay que volverse loco y seguir de la misma forma, trabajando con alegría y mucha responsabilidad al mismo tiempo. Lo bueno que tiene este equipo es que todos tenemos muy en claro lo que queremos. Ojala se nos dé.

¿Sentís alguna presión al ser dirigido por tu papá?
No, porque los dos tenemos muy claro que en el club y en lo futbolístico no tengo diferencia con ningún compañero. En este caso, los que me llamaron fueron los dirigentes y la verdad que acepté por el equipo y porque vi que la gente de Corrientes estaba muy interesada. Deseché otras ofertas del Nacional “B” de equipos con más historia, pero me la jugué por el equipo que tenemos y estamos muy bien.

Si se produce el Ascenso imagino que el primer abrazo será con el D.T., ¿no?
(Se ríe) La verdad que seria un sueño y poder cumplir un objetivo. Todavía falta mucho, pero seguramente le estaré muy agradecido a él por todo lo que me enseñó y me dio desde chico, más que nada en lo personal, ya que en lo futbolístico dejó que haga mi carrera y mis propias experiencias.

¿Volverías a Huracán?
Si. Uno cuando se va de una forma que no quiere siempre necesita revancha y me estoy preparando para eso, para demostrar que soy el que fui, un jugador que necesita continuidad ya que es muy difícil poder demostrar todo en 15 minutos. En Huracán viví momentos muy buenos y muy malos, sin duda que me quedo con los buenos y no tengo ningún rencor con nadie, estoy muy agradecido con el club.